La vida que quiero

Trabajando freelance Sapa

Crecemos en un sistema en el que nos enseña que la forma de vida correcta es trabajar, comprarnos un coche y una casa y tener hijos. Tras esto, ponernos a ahorrar para dejarles una herencia. Es una opinión muy personal, pero creo que pocas escuelas nos transmiten valores como los de viajar o emprender.

 

No es de extrañar que en un sistema fundado a partir de esos valores, aparezcan ese tipo de personas que piensan. Aquellos que buscan soluciones distintas para poder dedicarse a tener una buena vida.

 

Personalmente, creo que la primera visión limita nuestra crecimiento personal, ya que para ganar dinero tienes que trabajar. Pero no te vale cualquier trabajo para ganar dinero, hoy en día en un mercado como el español lleno de trabajadores sobrecualificados para trabajos normalillos te da que pensar: ¿la gente que prefiere la comodidad de obtener una remuneración mensual o el desarrollo profesional? El siguiente punto que me plantea el desarrollo profesional es el de cuando empiezas a adquirir galones, esto va a asociado a obtener puestos de mayor responsabilidad y mayor responsabilidad suele ir ligado a trabajar más horas. ¿Desarrollo profesional o poder disfrutar de tiempo libre? Este problema viene derivado en nuestra cultura empresarial, basada en una improductividad que nos va a hacer ir siempre a la cola de europa. ¿No os das cuenta de que unas oficinas o un horario fijo son prescindibles? Por no hablar de lo muy mejorables que son las aplicaciones de tasas impositivas.

 

Lo que yo he aprendido estos últimos meses es que el dinero no es tan necesario como creemos, se puede vivir con unos cientos de euros en la cuenta durante varios sin estar agobiado. ¿Cómo? Aprendiendo a gastar en lo necesario. Tenemos smartphones a los que no les sacamos todo el rendimiento, televisiones con pantallas más grandes que la mesa donde las apoyamos, coches con extras que no utilizamos, más ropa de las que nos podemos poner, etc. ¿Por qué? Pues no lo tengo claro a ciencia exacta, porque esto además es muy subjetivo, pero al crecer en una sociedad consumista el poder consumir bienes o servicios de un estrato social al que queremos aspirar nos hace sentir bien. Además de la diferencia de materiales de bienes o servicios o tiempos de producción, ¿qué diferencia a unos pantalones? El hecho de que incluyan un logotipo u otro. Además, imaginad si estamos dando pasos atrás, que ahora queremos volver a pagar más por cosas producidas a mano porque nos hemos dado cuenta que son mejores que las producidas en serie. De locos.

 

Pero no todo es tan duro, la verdad que lo bueno que tiene esta sociedad es que ofrece algo muy bueno: la libertad de poder decir que queremos ser o hacer. Y esto la verdad si que tiene un valor incalculable. Hay gente que se ata a hipotecas, contratos de permanencia o a matrimonios, pero hay otra mucha gente que ha decidido vivir sin ataduras. Y esto se ha convertido en un estilo de vida totalmente válido.

 

Yo personalmente, me he convertido en uno de los segundos. No necesito nada más que mi smartphone y mi ordenador portátil para sobrevivir. No me preocupa no tener una casa ni un lugar estable donde vivir, cambiar de sitio me enseña un poco más de lo bonito que es el mundo, puedo comparar culturas y gentes de distintas nacionalidades, la forma de vivir en una ciudad y otra, lo preocupados o no que viven por el dinero… Esto se llama enriquecerse. Y aquí aprovecho para hacer un inciso e introducir uno de los mejores eslóganes que nos ha dado el sector publicitario español… Y tú, ¿cueces o enriqueces?

 

Y ya, sin más dilación, paso a romperos todos los esquemas de lo que deberíamos tener en la vida:

Motivos por los que no voy a comprar una casa. Esta, sin lugar a duda, me parece la más fácil de justificar de todas. Sólo tenéis que volver a leer el origen de la crisis española. Sin duda, comprar una casa implica tener una cosa muy clara: saber donde quieres vivir el resto de sin días. Hasta el momento he vivido en muchos sitios, y alguno de ellos podría haber sido el bueno. Pero al final te vas dando cuenta de algunas cosas, Madrid por ejemplo nunca será el sitio para el mi, pero si que llegué a encontrar el contenido y un buen argumento para pasar largas épocas de mi vida. Madrid tenía a Marisa, Almudena, Clara, Bea, Enrique, Elena, Mikel… Personas que han pasado por la vida para quedarse. A pesar de estar más lejos de mi familia que nunca, nunca los he echado tan poco de menos. Perdonad que no os mencione a todos. Ahora mismo Alicante es el sitio, trabajo cerca de casa, familia y amigos, un bonito piso, el mar… Aún así se qué no es para siempre. Y no por nada malo, simplemente hay un sentimiento dentro de mi que me dice que me quedan muchas cosas y sitios por descubrir en la vida. En lugar de gastarme el dinero en una hipoteca lo gastare en maletas y billetes de avión.

 

El trabajo. Sin duda, este el gran problema de mi vida. Me estoy dando cuenta de que el trabajo que me gusta, en el que soy bueno y alrededor del cual he desarrollado mis habilidades… ¡no es el trabajo que más me gusta! Lo cual llegados a este punto es un problema, el enfrentarme a tener que crear imágenes o argumentarios para vender más no me enriquece. Al contrario, consigue quitarme el sueño por las noches. ¿Por qué? No creo que una empresa deba de vender más o menos porque se dedica a crear una web mejor, un anuncio mejor o ejecute una campaña mejor. La base de cada negocio y empresa radica en sus valores, y si tus valores son generar beneficios para repartirlos entre todos los socios accionistas… Lo siento, pero no me subo al carro. Suena a hipocresía pura siendo publicista, pero creo que al final decides hacerlo de manera temporal: es el modo de conseguir la materia prima necesaria para poder hacer realidad mis sueños. Y gracias a eso vuelvo a conseguir dormir. ¿Trabajar más horas y conseguir más responsabilidades? Hubo un momento en la vida en el que quería esto, posiblemente si siguiera en Madrid me estaría engañando a mi mismo pensando que quiero esto. Pero en Alicante he descubierto el punto perfecto, actualmente estoy en el trabajo con el salario más reducido desde que terminé mis estudios, pero también con la jornada de trabajo más reducida. Esta combinación de menos y menos, se convierte en un más: un plus de calidad en mi vida que contribuye a que me sienta a gusto y feliz. Y tenga tiempo para dedicar a cosas que me gustan. Y no lo cambio por nada.
Una noche cualquiera en Vietnam me uní a una quedada de Couchsurfers, y acabe cenado un Pho Bo y una cerveza acompañado de un amigo de Estados Unidos. Esta persona ahora vivía en África ejecutando varios proyectos de desarrollo económico y social (y buceando), pero unos años atrás había sido un ejecutivo de marketing encargado de introducir la Coca Cola en toda Asia. Esta persona me contó, que él fue el que negocio que de cada Coca Cola que se vende allí, un dólar vaya íntegramente para el dueño del negocio que lo vende (a pesar de que esto suponía menos ingresos para la empresa). Tras esto, le habían ofrecidos un mejor puesto en la empresa pero él decidió dejarlo. Su argumento fue muy simple, me contó que él con se sentía orgulloso del trabajo que había realizado en esa empresa porque con esa medida había contribuido a mejorar la calidad de vida de muchas personas y que, tras eso, no había retos profesionales que le motivarán para seguir en esta empresa. Automáticamente, tomé una decisión, quiero un trabajo (existente o inventado) que me permita imitar lo que él hizo, poder sentir que he conseguido hacer del mundo un lugar mejor para algunas personas.
Mi idea va a pasar por aprender todo lo posible para poder enseñar a otra gente a poder disfrutar de esta libertad que ofrece la vida. Potenciar skills para que la gente pueda llegar a ser lo que quiera. Porque a veces una sonrisa de alguien que consiguió su objetivo, tiene mucho más valor que recibir un salario a final de mes.

Una relación. Posiblemente esta la única de tres que me gustaría llevar por la via tradicional. ¿Existe una relación sana que permita seguir desarrollando los dos puntos anteriores? No os preocupéis, que si la encuentro me dejo la soltería. Para mi mantener una relación siempre ha sido un problema por la falta de estabilidad, no solo a nivel ciudad de residencia, sino de desconocimiento hacia mi mismo. Estos siete meses viajando solo, me han aportado un conocimiento mayor que todos los másteres o licenciaturas que pudiera cursar en la vida: me han enseñado a conocerme a mi mismo. Y esto si que no tiene precio. Para poder estar bien con los demás tienes que estar bien contigo mismo.
Pero, sin duda, lo más importante que he aprendido es que a la hora de conocer a la otra persona no importan clase social, nacionalidad, idioma, lo maquillada que vaya o el lugar en el que la conozcas. Lo que de verdad importa es que cuando estas con esa persona tengas la sensación de que se para el tiempo (o lo quieras parar), que con una sonrisa te consiga hacer derretir, que quieras escuchar incluso las cosas más aburridas de su vida y que no seas capaz de colgarle el teléfono o despedirte de ella.
¿La quieres hacer feliz por encima de todo? ¿Despertarías a su lado el resto de tus días? ¿Una sonrisa suya hace desaparecer la parte negativa de la vida?

Hmong utilizando ordenador

No se que será de mi. No se dónde acabaré ni con quien. Pero quiero disfrutar de cada momento hasta que lo llegue a decidir.

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