Como me convertí en un auténtico Vietnamita

Españoles en Hanoi

Como ya os conté anteriormente en otro post, me venía al Sudeste Asiático durante unos meses. En este caso los países que escogí fueron Vietnam y Camboya. No conocía mucho acerca de estos países, simplemente me apetecía enfrentarte a desconectar de todo lo conocido y común para mi, y descubrir que tal es la cultura y gastronomía vietnamita. Para poder ahorrar algo de dinero y estar tranquilo (en lo referente a lo económico) decidí realizar un intercambio basado en mis conocimientos y lo que me gusta hacer: marketing digital. La posibilidad de conseguir venirme tranquilo y con todo gestionado fue debido a que usé Worldpackers.

 

Después de mi viaje a Bali, el listón estaba muy alto. Una gran experiencia descubriendo la Isla de los Dioses y compartiendo villa con gente que prácticamente se convierte en tu familia durante ese período de tiempo. Muchas experiencias, muchos descubrimientos y muy buen tiempo para conseguir mantener el moreno del verano. Tras Bali, un gran fin de semana en Kuala Lumpur donde termine presenciando el Gran Premio de Malasia de Moto GP.  Todo muy bonito pero era el momento de empezar solo mi primera experiencia como voluntario en el extranjero.

Amigas vietnamitas en mi vuelo a HanoiPero hay veces que la vida te sonríe, y te levantas cada día con la sensación de saber que todo va a salir bien. Pues bien, sin apenas saber a lo que me enfrentaba antes de subir al avión ya había gestionado todos los trámites para poder llegar a mi destino. Compartí coche con una chica, lo que me permitió ir en coche y ahorrar algo de dinero, hice mis primeras amigas vietnamitas y estas dos simpáticas chicas de la foto me dieron mis primeras clases de introducción al idioma. Algo básico, saludar y los números, pero muy útil para los primeros de supervivencia.

Una vez con mi host para estos dos meses, me gusto el sitio, ubicado en una zona de Hanoi cerca del centro pero lo suficiente alejada como para no tener que vivir estresado por el ruido de la gran ciudad. Un lugar tranquilo, y especialmente me sirivió de ayuda Martin (unos de los vietnamitas y, posiblemente, personas más felices de este mundo). Gracias a todos los consejos, he evitado pagar de más o descubrir comidas que por mi cuenta me hubiera costado unos días más descubrir.

En cuanto al trabajo, coincidía con la descripción. Venir a hacer SEO para una web que habla sobre una de las etnias minoritarias los Hmong. La web en cuestión es http://hmongsapa.com. Una tarea que requiere muchas horas y para que venía preparado y me gustaba asumir el reto, ya que no conocía como se trabaja el marketing digital desde el sudeste asiático. Un horario a mi medida con dos días libres a la semana, alojamiento y comida incluidos, descuento en tours y excursiones. Un buen deal a cambio de aportarles todo lo que he ido aprendido a lo largo de estos años.
Creo que ha sido una gran experiencia para empezar a vivir como nómada digital, al final te das cuenta de que no necesitas una oficina para trabajar. Tan sólo un lugar con conexión a Internet y donde sentarte y apoyar tu portátil. Como gran aficionado a la buena velocidad y conexión tengo que reconocer que la vietnamita todavía sigue deseando algo que desear (pero bueno la de Bali también me decepcionó algo teniendo en cuanta que había fibra óptica). En cuanto a las tareas, empecé arreglando unos pequeños problemas de visualización de algunos elementos que tenían en el site (uno de los problemas más comunes de wordpress). En cuanto a las tareas, tengo que agradecer lo predispuesto que han estado a escuchar mis sugerencias y organización. Tras realizar un exhaustivo keyword research para saber que palabras atacar y, especialmente, saber de que iba la historia… porque no había escuchado hablar de Sapa en mi vida. Tras llevar a cabo este análisis, el diagnóstico es común no me queda otra que atacar long-tail keyword. La estrategia ser el primero en escribir sobre ciertas cosas (difícil cuando no sabes nada sobre el sitio), crear mejor contenido que el resto de competidores (algo fácil ya que el contenido y el diseño de la mayoría de los sitios de la competencia es algo obsoleto y no incluyen muchas palabras) y una buscar buenos backlinks.
Una muestra de ello, ha sido este artículo que conseguí colocar en la primera página de Google:

Post mio en primera página de Google
El cuarto es el mio 🙂

En definitiva, no os quiero aburrir con tecnicismos y logros (los dejare para mi CV). Lo que sienta bien es que te dejen hacer a tus anchas y confíen en tus conocimientos. Como mis conocimientos acerca de Sapa y la gente Hmong dejaban que desear, una de las cosas que más he disfrutado ha sido poder ir a Sapa a vivir con una familia local durante dos semanas. Sin duda, una experiencia inolvidable (y que ha llenado mi disco duro de imágenes y videos para compartir, y mi memoria de como hablar sobre esta cultura en primera persona).
Sin duda esta experiencia me ha servido para volver a sentirme bien trabajando, trabajando a mi manera y compaginándolo con poder viajar y seguir descubriendo la ciudad. Sin duda, lo que necesitaba en ese momento. siempre me ha gustado el marketing digital, pero a veces tienes de la sensación de que tu trabajo solo es bueno si cumple unos determinados estándares de ventas, sientes que tus valores no reman en la misma dirección que los de la empresa o la gente de tu alrededor deja de sonreír porque esta tan arriba de trabajo que parece no hay tiempo para poder disfrutar.
Pues bien, aquí he sentido todo lo contrario, cada persona que me rodeaba me ha dedicado una sonrisa, si no he podido terminar algo hoy se termina mañana (el mundo no se iba a terminar),he podido trabajar cada día desde una oficina distinta, alrededor de la naturaleza, no he perdido el tiempo con reuniones o calls que posiblemente solo retrasaban mis timing… he podido optimizar mi tiempo. Y creo que el factor de felicidad también ayuda, resulta mucho más fácil encontrar la inspiración, la motivación para encender el ordenador y, sobretodo, disfrutar con lo que estas haciendo. El pensar que todas las horas que he pasado delante del ordenador servirá para que la gente que viaje a Sapa viva una mejor experiencia gracias a mis consejos, o que los niños de una familia están yendo al colegio porque no necesitan salir a vender souvenirs me parece genial. Se que, posiblemente, no he cambiado el mundo pero he estado contribuyendo a que se mantenga una forma de turismo sostenible en esta región. Algo que me parece necesario tras descubrir como el turismo de resorts se esta apoderando de Bali y dejando que desaparezca un turismo que sigue respetando las tradiciones y espacios naturales. No es lo mismo quedarte en una casa en una aldea en la montaña y salir de trekking con un guía local que construir un resort para que te puedas dar un masaje con las mejores vistas.
Me quedaré con muchas cosas de esta experiencia, pero sobre en lo diferente que es la cultura vietnamita y su gente. En Bali tenía la sensación de que cuando me hablaban, todas las conversaciones terminaban con esa persona tratando de ofrecerme algo. aquí también me hablan y me sonríen, y me tratan de vender transporte porque soy turista. Pero también se interesan por mi cultura, por saber de donde soy y me invitan a beber una cerveza con ellos o compartir un trayecto en moto, simplemente porque voy solo. Una de las cosas que más me ha impactado es la cantidad de veces que me han llamado guapo, tanto que he aprendido a decirlo en vietnamita, pero me preocupa que han sido más hombres que mujeres los que lo han hecho. La cantidad de gente que ha venido a hacerse fotos conmigo, la de nuevos amigos que tengo en Facebook, en Instagram o Whatsapp. En definitiva, la cantidad de sucesos que me han dibujado una sonrisa permanente en la cara y hacen que cada día mis ojos se cierren algo más cuando río (algo que parecía imposible).

Mis jóvenes amigos vietnamitas

Todos los amigos que hice desde que he llegado a Hanoi, durante la semana prácticamente me he ido centrando en estar solo y aprovechar el tiempo y que mis tareas quedarán hechas. Al final eso era lo bueno, que si tienes unos objetivos y los cumples en 2 días tienes 5 para ti. Normalmente esto no es así y sería una locura trabajar así. Pero he tenido tiempo para ambas cosas, trabajar y descubrir la ciudad. Al final Hanoi es una ciudad de paso y en la que siempre hay turistas, pero en este caso lo bonito de mi experiencia ha sido que he hecho amigos locales. Algunos de ellos, por un rato y otros han sido por bastante más tiempo. Gracias a ellos he tenido la oportunidad de descubrir como son muchas de las cosas locales: la comida, las celebraciones, la fiesta, la cerveza, etc.

Aprender a negociar, alquilar una moto y saber llegar a los sitios sin GPS, entrar Muay Thai y que no quieran pelear contigo porque les sacas dos cabezas, llenar tu plato de chili los días frios para entrar en calor, conseguir números de camareras, pasear por el lago Hoan Kiem y pasar el tiempo hablando inglés con estudiantes vietnamitas. Hay muchas formas de aprovechar, pero tu eres el que decide como hacerlo. Uno de los principales facotres para hacerlo es ser lo más independientemente y aventurero posible, para convertirlo en una experiencia única.

Sin duda, lo que más me ha marcado ha sido la experiencia en Sapa. Poder experimentar en primera persona como todo aquello sobre lo que tanto había leido y conocía en mi día a dia por fin lo podía pisar y descubrir por mi mismo. Sin duda algo de lo que más me ha llenado, porque creo que he podido disfrutar mucho más de todos los encantos del norte gracias a todo lo que sabía con anterioridad. Y por supuesto lo he compartido en blog de la web, ya que una de las cosas que me han dejado hacer ha sido traducirla al español para poder posicionarla mejor. Y estoy contento con el resultado. Pero, sin duda, he sido afortunado porque he disfrutado de días soleados (algo no muy común en diciembre en el norte) y no muy fríos, ideales para hacer trekking. He compartido habitación con gente de todo el mundo, lo que me ha permitido conocer gente muy interesante, mantener conversaciones muy interesantes y disfrutar de la esencia de lo que es viajar. Especialmente bonito ha sido el estar viviendo con una familia durante dos semanas, porque al final pasa eso, que formas parte de una familia. Compartir comidas, cenas, adaptarse a sus horarios, preguntarles por sus costumbres… ¡Absolutamente recomendable! Al final cuando viajas solo, muchas veces tienes eso, que te sientes solo. Lo bueno que tiene gestionar todo esto antes de venir es que sabes que los momentos de soledad y que vas a estar conociendo y en contacto con gente prácticamente desde el principio.

En general la experiencia con los Hmong ha sido muy buena y de lo más real que me he encontrado en mucho tiempo. He pasado el tiempo viendo como los niños jugaban con piedras, se entretenían buscando esconderse de sus padres en las montañas, se ensuciaban… y raras veces lo veías preocuparse por el móvil. Al final es como todo, los smartphone también ha llegado aquí, y me parece una gran oportunidad de culturizarlos a través de las apps o el contenido audiovisual. Porque me parece que son medios a los que prestan atención y les van a ayudar a aprender mucho sobre cultura y la vida. Además de su familiaridad y su simpatía, me ha sorprendido lo inteligentes que son. La mayoría de las mujeres Hmong de cierta edad ha aprendido inglés únicamente tratando de vender souvenirs a los turistas, o han aprendido que si le enseñan su casa a alguien es más fácil venderles algo tras ablandarles el corazón… y no han acudido a ninguna escuela de negocios para aprender eso.

Sin duda, grandes momentos que perdudarán en la memoria. Me han hecho aprender a vivir de una manera diferente, conocer gente nueva y nuevas culturas y reconciliarme con mi trabajo. La mejor forma de aprender es viajar, y esto ha sido un Máster de la vida que me ha permitido crecer como persona y como profesional.

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